El aspecto de la construcción, de estilo románico, es bueno después de la rehabilitación acometida y finalizada el 24-06-99, tras un convenio entre la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Carreño.
Santa María de Piedeloro es el templo románico más importante de Carreño, y aunque por las reformas, reedificaciones y modificaciones no se conserva en su totalidad, está declarada Bien de interés cultural.
De esta iglesia se ha dicho, “entre todas las iglesias medievales asturianas es la que más y mejores templos ofrece de una decoración que ya no sólo es simbólica, sino que claramente esotérica o mágica y bien vale ser contemplada con todo detenimiento”. Permanecen como elementos auténticos dos portadas y el arco del triunfo. Esta Iglesia de estilo románico está fechada en el siglo XIII y consta de una nave, cuyos elementos más importantes son la cabecera y las portadas Oeste y Sur. Hacia los siglos XIII-XIV se levantó la actual Capilla Mayor (de estilo Protogótico), que sustituyó al ábside románico originario.
A finales del siglo XVI se levantó la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves, erigida mediante patronazgo particular, adosada al muro meridional de la Capilla Mayor.
Durante los siglos XVII y XVIII, época barroca, se acometieron numerosas obras de reforma: se construyeron bóvedas de ladrillo en la nave (para lo que se tuvieron que levantar pilastras en su interior para sujetar los arcos fajones), y asimismo se construyó un pórtico, la espadaña y la sacristía, en el lugar donde anteriormente se levantara la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves.
En 1936, en el transcurso de la Guerra Civil española, la Iglesia fue quemada y sus bienes muebles fueron destruidos, entre ellos cuatro retablos barrocos: El Retablo de la Capilla Mayor (1716), el Retablo del Santísimo Cristo (1709), el Retablo de San Blas (1726) y el Retablo de Nuestra Señora de las Nieves, de la capilla del mismo nombre. En 1939 Luis Menéndez Pidal redactó el proyecto de reconstrucción de la Iglesia, que fue acometida durante la década de 1940.
Pero las intervenciones sobre ella no quedaron ahí, en 1980 se le sustituyó la cubierta, en 1985 se le realizaron labores restauradoras al igual que en 1998, con intervención arqueológica incluida. Si hacemos un análisis más exhaustivo del edificio y su decoración podemos decir que consta de una sola nave rectangular con coro y una Capilla Mayor; nave y Capilla Mayor están separadas por un arco de triunfo, de medio punto.
La nave se cubre con bóveda de cañón de lunetos y la Capilla Mayor con bóveda de crucería nervada. Adosados a la iglesia se localizan la sacristía (adosada al lado sur), el cabildo (lado oeste), el pórtico (lado sur) y el cementerio (lado norte).
Los muros son de mampostería, y se emplean contrafuertes exteriores adosados a la nave, con una función estética (característica que remite al Arte Prerrománico Asturiano). El pavimento es de piedra caliza, recubierto de madera en algunas partes de la nave.
La portada occidental tiene disposición abocinada, y está formada por tres arquivoltas de medio punto, apoyadas en tres pares de columnas. Cubre esta portada un tejaroz o alero, sostenido por canecillos. La decoración de esta portada es muy rica: motivos geométricos, escenas simbólicas, etc. La portada meridional tiene disposición abocinada, con dos arquivoltas ligeramente apuntadas. Ambas portadas carecen de tímpano, característica habitual de los templos románicos asturianos.
El Arco de triunfo, que da paso a la Capilla Mayor, es un arco ligeramente apuntado con tres arquivoltas apoyadas sobre columnas, cuyos capiteles están decorados con motivos vegetales.
Como festividades en la parroquia, está la de San Blas que se celebra el 3 de febrero con actos religiosos y las Sacramentales que se celebran el tercer domingo de Agosto, donde además de los actos religiosos y la romería se lleva a cabo un importante concurso de exposición de ganado.
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