Nuestro Templo



La Iglesia de San Félix, data del siglo X, fue donada por el Rey Fruela II y su esposa la reina Munila, a la Santa Catedral de Oviedo allá por el año 912. Recibe el nombre de San Félix, en honor a un mártir del mismo nombre que era de Gerona. Sufrió varias reformas respecto a su construcción primitiva, tales, como entre los años 1620-22, aumento del Templo, nueva fachada, construcción de la Tribuna, bóvedas y arcos. En el siglo XVIII, año 1734, se realizó un magnífico retablo de estilo churrigueresco, inspirado en el barroco español. En 1740 se procedió al dorado de éste, para luego pasar a él la imagen del Santísimo Cristo de Candás, el cual fue hallado sobre el primer tercio del siglo XVI, por pescadores candasinos que se encontraban por las costas irlandesas cazando ballenas, y avistaron la imagen flotando sobre las aguas marinas. Este retablo se terminó en 1749, según figura en la inscripción en base de pilastra izquierda, que fue tallado por Esteban Fernández Perdones.

En el último tercio del siglo XVIII, se efectuaron diversas obras, como la sacristía alta, destinada al "Camarín" y la sacristía baja de la Iglesia. En 1811 la tropa francesa acantonada en Gijón, expoliaba las joyas depositadas en el Camarín del Cristo. Entre lo robado figuraba una valiosa cruz de plata un cáliz de oro, un relicario de plata con huesos de Santa Tecla, pinturas de Francisco Bustamante y los sobrerrelieves de Jesús y María de Gregorio Hernández. En 1875 y 1920 se aumentó nuevamente el Templo para recibir los numerosos devotos del Santísimo Cristo de Candás.

En 1936, durante la Guerra Civil Española, la Iglesia de San Félix de Candás, fue destruida, al igual que la imagen del Santísimo Cristo (la actual es una reproducción realizada en 1938) y casi todos sus contenidos. El retablo barroco sobrevivió gracias a la intervención del escultor candasín Antón Rodríguez, quien lo desmontó con ayuda de las personas que se encontraban encarceladas en el interior de la Iglesia, guardándolo en un almacén.


Entre el contenido destruido estaban el Retablo Mayor del siglo XVIII; los retablos barrocos del Nacimiento, del Carmen, de San Antonio y de la Pasión; varias figuras talladas de la Concepción, Cristo de la Vera Cruz, San Francisco, San Antonio y el Nazareno del siglo XVIII; la imagen de San Félix del siglo XVIII; El Cristo atado a la columna, del siglo XVIII; El Cristo del descendimiento, del siglo XVIII; y la Milagrosa del siglo XX.En la actualidad, se conservan algunos restos de notable interés, de la antigua edificación, tales como:
Inscripción del siglo XVI, en la entrada izquierda del Templo, se trata de un Escaño del Mayorazgo D. Pedro Menéndez Valdés.

Tanto en el coro como en toda la capilla del Cristo, se pueden admirar unas pinturas de distintos temas alusivos a la historia del Concejo, obra de D. Alfredo Menéndez.
Restos de la primitiva Iglesia del siglo XX; se trata de una capilla con bóveda de cañón y una ventana de estilo románico, se encuentra detrás del Altar Mayor.
En uno de los retablos laterales, se encuentra la imagen del Cristo de la Columna, realizada en el siglo XIII.

En el piso superior se encuentra el Santuario, además de las pinturas antes reseñadas, se encuentra la imagen de la reciente talla del Santísimo Cristo, que se encuentra sobre el Retablo de estilo Churrigueresco del siglo XIII.

A un lado y otro de este retablo, se hayan dos puertas las cuales conducen a unas escaleras de Caracol de siglo XIII, que dan a la capilla del siglo X antes mencionada. Estas escaleras eran utilizadas por los peregrinos para subir de rodillas al Cristo, fueron tantos los que por ahí subieron que sus escalones se encuentran muy gastados.


   

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